Seeking the Face of the Lord
‘Querido Arzobispo’: Lección de los niños de quinto grado sobre las órdenes sagradas conlleva a muchas preguntas
No hace mucho recibí un paquete de notas de estudiantes de quinto grado de la escuela Saint Simon, aquí en Indianápolis.
El curso había estado estudiando el sacramento del Orden Sagrado. Un candidato para el diaconato permanente y un seminarista de la parroquia hablaron sobre el diaconato y la vida de un seminarista. La maestra dijo que muchos de los estudiantes nunca antes habían oído hablar sobre los seminaristas.
Los estudiantes me escribieron notas de agradecimiento por ser su arzobispo y por asignar al Padre Robert Sims y al Padre Bill Williams a su parroquia. Algunos tenían preguntas. Les dije que utilizaría este mensaje semanal para responderles.
Estimado Arzobispo: Estamos aprendiendo sobre las órdenes sagradas. Aprendimos que los obispos reciben un anillo, un sobrero y un báculo. Esperamos que nos escriba respondiéndonos.
Otro estudiante escribió: ¿Le dieron una mitra, un báculo y un anillo cuando se hizo obispo?
Durante la ceremonia de ordenación como obispo, recibí una mitra y un báculo.
Se le llama mitra al sombrero puntiagudo que usan los obispos. Me lo hizo un sacerdote amigo. El báculo es como una vara de pastor porque el obispo debe ser un pastor siguiendo el ejemplo de Jesús, el Buen Pastor.
Mi báculo está hecho de madera y lo labró el difunto Hermano Lawrence Shidler, un monje benedictino de Saint Meinrad. El anillo que recibí fue un obsequio de mi padre (mi madre ya había fallecido), y él se lo dio al obispo para que me lo colocara en el dedo durante mi ordenación.
El anillo simboliza el deseo de la Iglesia de que el Obispo se una a la diócesis como un esposo, al igual que Cristo quien se desposó con la Iglesia.
Querido Arzo Bispo (lit.): Espero que le esté yendo bien. Además, usted ha hecho un buen trabajo como nuestro obispo. Le tengo dos preguntas. ¿Por cuánto tiempo estudió para ser obispo? Además ¿fue usted seminarista antes de ser obispo?
Me ordené como sacerdote en 1964. Me ordené como obispo en 1987. Así que fui sacerdote durante 23 años antes de convertirme en obispo.
Antes de ordenarme como sacerdote fui seminarista. El tiempo que uno pase como seminarista depende de cuándo la persona comienza a estudiar para el sacerdocio.
Por ejemplo, el seminarista de tu parroquia, Adam Sullivan, comenzó como estudiante universitario. Antes de que se le ordene habrá estudiado por ocho años, cuatro como seminarista universitario y cuatro en estudios superiores de teología.
Una persona que comienza a estudiar para el sacerdocio después de los cuatro años de la universidad deberá esperar seis años antes de poderse ordenar: un mínimo de dos años estudiando filosofía y luego cuatro años de estudios superiores en teología. Antiguamente, cuando yo empecé a prepararme para el sacerdocio, la mayoría de los seminaristas empezaban sus estudios durante la secundaria. De modo que yo pasé 12 años como seminarista.
Querido Arzobispo Daniel Buechlein: Espero que la esté pasando muy bien como arzobispo. Estoy seguro de que debe ser un trabajo muy difícil, probablemente es mucho trabajo también.
Si bien es cierto que ser arzobispo supone “mucho trabajo,” es una vocación sagrada en la Iglesia. Dios nos da a cada uno de nosotros la gracia, la ayuda que necesitamos para cumplir con nuestra parte y transmitir la misión de Cristo en la Iglesia y en nuestro mundo.
Todos en la Iglesia están llamados a la santidad y a ayudar al prójimo. Con la ayuda de Dios podemos hacer mucho para marcar la diferencia en nuestro mundo. Y eso también te incluye a ti, mi joven amigo.
Querido Arzobispo: En la iglesia hemos aprendido sobre las órdenes sagradas. Me imagino que usted ya le ha dado las órdenes sagradas a alguien. (Otro estudiante escribió: También quería saber cómo es eso de dar las órdenes sagradas.)
Después de 19 años, he ordenado a muchos sacerdotes en el sacramento del Orden Sagrado. La imposición de este sacramento es una de las mayores alegrías de mi ministerio como obispo.
Sin embargo, debo decir que me gustaría otorgarle el sacramento del Orden Sagrado a muchos más sacerdotes.
Dios llama a los jóvenes a convertirse en sacerdotes, pero hoy en día no es fácil escuchar su llamado. Existen muchas distracciones y muy poco impulso. Espero que tú y tus compañeros de clase le pidan a Dios cómo desea que ustedes marquen la diferencia en nuestro mundo.
Estimado Arzobispo Daniel Buechlein: En este momento mis padres se están divorciando… por favor rece por ellos junto conmigo.
Querido joven amigo: Estoy rezando por tus padres y por ti. Mantente cerca de Jesús en tus oraciones. Eso no hará que los problemas desaparezcan, pero el compartir nuestras preocupaciones con Él nos ayuda. También puedes hablar con tu pastor. Gracias a la Orden Sagrada nadie debe estar solo. †